Personal joven, afable y atento

Ubicación perfecta al pie del casco antiguo de Berna. Habitaciones limpias y bien decoradas.- Desayuno bueno con excelente café, cruasanes hechos allí

Nada podría haber sido mejor.

Tienen personal amable y atento, te hacen sentir como en casa. El desayuno es delicioso y variado. La ubicación es perfecta, cerca de varios lugares de interés. Las habitaciones son cómodas y limpias. ¡Espero volver algún día! 👍

Es un magnífico hotel, muy limpio y tradicional. Lo que necesito es que la habitación sea modestas, lo suficientemente espaciosas, y cuente con una cama cómoda, un baño compartido y además un edredón. Una ubicación céntrica, a 10-15 minutos andando de la Catedral de Berna.

Ubicación: el hotel estaba a pocos pasos del centro histórico de la ciudad, de un restaurante y de una estación de tren. Rosengarten estaba justo al lado del hotel. Habitaciones con un baño. Instalaciones excelentes y un desayuno vegano con un buen café, comida vegana y fruta fresca;))

Sirvieron un desayuno limitado, podría ser mejor.

La atención del personal fue excepcional, desde el momento en que llegamos hasta que nos fuimos. Nos hicieron sentir como en casa y nos proporcionaron toda la información necesaria. La ubicación es excelente, a pocos pasos del centro de la ciudad y con fácil acceso al autobús gratuito. Además, el desayuno incluido fue delicioso y variado, con opciones para todos los gustos.

Las habitaciones podrían mejorar en cuanto a decoración y comodidades. Les faltaba una mesita de noche y algo más de decoración para hacerlas más acogedoras.

El baño era limpio y la habitación en sí era lo suficientemente espaciosa. La cama era enorme y tenía servicio estupendo.

Además, la ubicación es impresionante, está a dos minutos del Municipio de Bear Park. Y está no muy lejos del centro. Tiene habitaciones tranquilas y enorme que cuentan con tanto un baño como una cama grande y cómoda. Desayunos exclusivos y veganos con tanto fruta fresca como un buen café ofrecidos por un personal acogedor.

La ubicación del hotel es excelente, justo en el casco histórico de Berna. Está cerca del Rosengarten y de los osos, y hay numerosos restaurantes típicos a pocos pasos de distancia. El centro histórico se encuentra a solo 20 minutos caminando, aunque también te proporcionan un pase gratuito para el transporte urbano. El desayuno es muy bueno, con un café excelente y los cruasanes se hacen allí mismo. Incluso tienen una habitación disponible si quieres preparar tu propia cena. El personal es amable en general, especialmente Patricia de Valencia, quien nos dio muchos consejos sobre el país. Una joya que recomendaría sin duda alguna. recomendaría este hotel.

Personal amable, atento y mimador. Ubicación cerca del centro. Desayuno fantástico con opciones sin gluten. Opción de comprar tarjeta para estacionar. Habitación para 4 personas bien cuidada y luminosa. Calidad precio buena.

Ninguna queja.

nuestra estancia en berna fue increíble, y el hotel landhaus superó nuestras expectativas. la amabilidad del personal y la ubicación en el centro histórico fueron lo mejor. el desayuno incluido con opciones sin gluten fue fantástico. además, pudimos comprar una tarjeta de estacionamiento por 24 horas, lo cual fue muy conveniente. calidad precio perfecta.

Falta una mesita de noche en las habitaciones.

Obtuve una excelente relación calidad-precio en mi estancia en este encantador hotel. La habitación era acogedora y luminosa, con una decoración encantadora y una vista al río. El personal fue amable y atento, haciendo que me sintiera como en casa desde el primer momento.

La comida para el desayuno podría haber sido más variada para ofrecer aún más opciones. Sin embargo, esto no empañó el resto de mi estancia en absoluto.

Hotel al borde de un río turquesa, pequeño y familiar, con desayuno de calidad y atención detallada. Ubicado en el casco histórico, cerca de Rosengarten y restaurantes típicos. Habitaciones grandes, bien decoradas y personal amable. Increíble opción para familias con camas cómodas y detalles sorprendentes.

el personal super amable, atento y encantador. Nos mimaron mucho y nos sentimos como en casa. Nos ofrecieron un delicioso desayuno y el dueño fue super amable y amigable. Además, nos dieron pases para viajes gratis en autobús por Berna.

El colchón de una de las camas tenía un "pozo".

Personal super amable, atento y servicial. Nos mimaron y regalaron dulces. La ubicación es perfecta para explorar la ciudad a pie o en autobús. El desayuno es variado y delicioso. Nos sorprendió gratamente la antigua y encantadora decoración del hotel. 🌟

El hotel está ubicado en una zona tranquila, justo al lado del río y debajo de la colina. Las habitaciones en la 3ª planta, en el último piso, ofrecen vistas maravillosas. Las habitaciones son acogedoras, con una cama doble y están bien equipadas. Además, el desayuno es delicioso, con posiblemente el mejor queso del mundo, acompañado de un buen café del bar.

Todo estuvo perfecto.